Bitácora Zoológica

En el zoo de la ciudad de Olavarría ocurren cosas muy difíciles de creer, a menos que uno ya esté acostumbrado a los enigmas de este mundo.

*Se cuenta que en un rincón las jaulas de los monos titis hay un “Aleph” que permite ver el pasado. Quién mira por ese agujero, se olvida que miró por ahí…

*Las noches de luna llena, las llamas se vuelven carnívoras.

*El estanque de peces japoneses es un fraude. En realidad los pescados son de Taiwán.

*Los flamencos se descoloran con la lluvia, sin embargo funciona un grupo de cuidadores que hacen las veces de pintores, y se encargan de que los pajarracos estén rositas cada mañana a las 7 en punto.

*Las escuelas que organizan excursiones, son en realidad entidades secretas destinadas a mantener viva la tradición familiar de este paseo ayuno de aventuras. Los niños que ofician de estudiantes, son enanos entrenados para gritar de alegría ante cada animalucho hambriento.