"algún día ya tendrán noticias mías..." (Capitán Zorolo)

lunes, febrero 27, 2006

Bitácora Nº 53689


Breve ensayo sobre el “NO”.

No... desde chicos nos han acostumbrados a esa palabra: “No hagas esto, no toques lo otro”, luego fuimos creciendo y dejamos atrás muchas cosas, pero no el no, el No siguió nuestro desarrollo y marcó nuestras vidas: “No le prendes fuego al gato” o bien “No te comas los mocos”... ya en la adolescencia esa palabra aún resonaba en nuestros oídos: “No me toques ahí”; “No salís esta noche”... y así podría continuar por un lapso de tiempo indeterminado, pero lo mas interesante es que nuestro idioma es tan rico y tan maravilloso que hay palabras que “están” y se “pasan” de moda (tal es el caso de Fiera, Maestro, Gilada), pero no el NO, no, el no se mantiene siempre a la vanguardia del vocabulario; es más, si se presta atención uno podrá darse cuenta de que el vocablo monosílabo que expresa negación (NO) es una de las expresiones mas utilizadas a lo largo de toda nuestra vida.
Hagamos la prueba de pasar todo un día sin pronunciar un “NO”...¿Cómo quedaríamos al final de la jornada?, mas o menos así:
Usted...
1)- Habrá cambiado de religión, ya que se verá imposibilitado de negarse a las peticiones de los testigos de Jehová...
2)- Habrá adquirido cientos de productos para el hogar y el auto, así como desodorantes, bolsitas de residuos, especias variadas, medias, libros sobre los peligros de la automedicación de psicofármacos durante los 3 primeros meses del embarazo, productos para el cuidado de las alfombras y miles de otras chucherías por el estilo...
3)- Se habrá hecho socio de: los Bomberos Voluntarios; COPRI; el Hospital; los Boy-Scout; Racing A. Club; del A.C.A y de la sociedad Protectora de Animales Autóctonos de Benito Juárez...
4)- Al no poder negarse, su casa estará todo el verano invadida por “los molestos familiares que viven en San Clemente del Tuyú y están re-podridos de ver a los lobos marinos aparearse y quieren pasar un veranito cerca del campo para respirar aire puro...”

Todo esto (y más aún) le sucedería a ud. Si intenta pasar un solo día sin pronunciar esa milagrosa palabrita que tantas molestias nos ahorra.
¡No! Alabado sea el NO, vamos ya todos juntos a formar un Club de Admiradores del No, idolatremos esa expresión y maravillemos ante su encantador sonido... NO NO NO y NO!.


(y con el nono que hacemos?)
(No, que el nono no venga porque que tiene artero clorosis y me quema la cabeza. NO al NONO)

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